Se trata de la patrona de Cervera y de la fiesta grande tradicional del pueblo.
Antiguamente se celebraba con una misa en honor de la patrona, en ocasiones con tres sacerdotes. Tras la misa se sacaba la Virgen en procesión. Los vecinos le hacían regalos como tarros de miel, varas y ramos de flores, que eran subastados, junto con el Niño, tras la procesión. Lo recaudado se utilizaba para las necesidades de la iglesia. El hecho de subastar al Niño y las ofrendas no suponía que los pujantes se quedaran con ellos, todo era devuelto a la iglesia tras la subasta”.
Se celebra los días 18 y 19 de diciembre (aunque en la actualidad se la hace coincidir con el fin de semana más próximo, para que puedan asistir los cerveratos que viven fuera del pueblo) Se siguen organizando la procesión y la subasta, además de actividades para los niños, un concierto con dulzaineros venidos de Segovia y una gran chorizada popular. Antiguamente se juntaban mozos y casados y recorrían el pueblo de Ronda. En la actualidad se ha perdido esta costumbre.
Se prepara y enciende la Luminaria, ritual ancestral con el que se trata de revitalizar al Sol en el inicio el año, o tal vez quemar todo lo viejo, dando paso a un nuevo año.
Es uno de los pocos pueblos que aún conserva esta tradición.
Los mozos se reúnen al toque e las campanas, por la mañana y van al campo, al “Carrascalejo” a por cargas de leña que en la actualidad se recoge con tractores. Cuando van a por la leña, el alcalde lleva carne para todos y la asan allí para almorzar. La hoguera se prepara en la zona conocida como “Las Eras”, detrás el albergue y, a las 12 de la noche, se prende la Luminaria.
Alrededor del fuego se reúne todo el pueblo a cantar villancicos y bailar casi toda la noche.
Tiene su origen directo en la Edad Media y está estrechamente relacionado con la Cuaresma, período de preparación sobrio y riguroso de la Semana Santa. En Carnaval se rompía con las rígidas reglas morales y sociales existentes. Esta fiesta servía de paréntesis ante uno de los períodos más austeros del año en la sociedad cristiana: La Cuaresma.
Dura 4 días, desde el Domingo Gordo hasta el Miércoles de Ceniza. El Domingo Gordo y el Martes de Carnaval salía la «Vaquilla», (joven disfrazado con cuernos que persigue a la gente). Antiguamente los mozos iban por las casas recogiendo pañuelos, escarapelas, etc, para vestir a la vaquilla y al mismo tiempo pedían la limosna de la vaca, con la que después hacían una cena todos los mozos juntos.
Se celebra con sobriedad y rigor. Uno o dos días antes de Jueves Santo se construye un Monumento dentro de la Iglesia, adornado con flores del campo. La procesión que se realiza la noche del Viernes Santo es quizá la más sobrecogedora. Visten la imagen de la Virgen completamente de negro, de Dolorosa, y la sacan con las andas, así como al Cristo, cada uno recorriendo un trayecto distinto, yendo a encontrarse en la plaza. Los participantes iluminan el camino con velas y faroles.
Este día se celebra una de las procesiones más importantes y hermosas de Cervera. Las calles se limpian y adornan especialmente con sábanas, colchas y pañuelos bordados.
Con ramas hacían arcos por los que pasaban las imágenes. Los vecinos hacían tres altares en los que se paraban las figuras que portaban. Las mozas, el de la Inmaculada Concepción, los mozos llevaban y preparaban el altar para el Sagrado Corazón de Jesús y otro de todo el pueblo para el Sagrario.
Las niñas iban en primer lugar, con cestillos, tirando cantueso a su paso, y adornando así el camino con una alfombra de flores.
El último fin de semana de julio se celebran las fiestas en honor de la Virgen de los Remedios.
La Cofradía, llamada del Santísimo Sacramento y Animas, bajo el Patrocinio del Apóstol Santiago (que desde 1954 congrega a la Cofradía del Apóstol y a la Hermandad de las Animas), es la encargada de preparar al Santo y la limonada para ofrecer a los habitantes del pueblo. Además esta Cofradía se encarga de ofrecer misas de difuntos y ayudar en los enterramientos a los familiares de fallecidos.